La computación distribuida trata sobre el tiempo y el estado. Es decir, para que más de un componente se comunique, debe compartir el estado, y todo esto requiere tiempo.
La mayoría de programadores antropomorfizan su trabajo. Piensan en un único puesto de control que lleva a cabo todo el programa de igual forma que harían ellos si tuviesen que realizar la tarea ellos mismos. Sin embargo, los equipos modernos cambian entre tareas con gran rapidez y, en una CPU múltiple con varios núcleos, o en los sistemas distribuidos, dos eventos pueden llevarse a cabo a la vez exactamente. Estos defectos hacen que sea urgente que se unan posturas entre el modelo de los programadores sobre cómo un programa se ejecuta y lo que sucede en la realidad. Dichos defectos están relacionados con interacciones inesperadas entre los puestos, los procesos, el tiempo y la información. Estas interacciones se producen a través del estado compartido: semáforos, variables, el sistema de archivos y, básicamente, cualquier cosa que pueda guardar información.